La variedad de textiles que existen hoy en día, es inmensa. Solo con ver las etiquetas de tu closet lo puedes corroborar. Tencel, poliéster, elastano, algodón, lino, modal… Unas son sintéticas y otras se definen como naturales. Pero sin importar la etiqueta hay una verdad universal: todas las fibras vienen de la tierra.
Nuestra ropa viene de la tierra pero cuando vemos el material en una etiqueta, ¿sabemos realmente de dónde viene? Cuánto esfuerzo, agua, materiales extras se tuvieron que utilizar para convertir esa fibra en prenda?
Creamos una realidad que va en línea con una conciencia separatista, un egosistema. Nos hemos olvidado de que compartimos el mundo con otros seres vivos, que los sistemas de agua son complejos e interdependientes y que la biodiversidad es una de las fortalezas más útiles e increíbles de la naturaleza.
¿Qué significa ser un “Ser Humano”? La palabra “humano” viene del latin Humus - que significa “tierra”, y el latin -anus - que significa “que pertenece a”. Lo llevamos en nuestro nombre. Es tiempo de aceptar que la tierra no nos pertenece, nosotros le pertenecemos a ella.
Si cada parte de la naturaleza es parte del sistema, ¿cuál es nuestro rol? La tierra siempre ha proveído, y nosotros hemos sido parte de esto por siglos. Hasta hace muy poco hemos disfrutado de los regalos de la tierra, y a cambio ayudábamos a mantener el balance. Es tiempo de regresar a esta cosmovisión.
Es tiempo de recordar, que llevamos el apellido de la tierra, que respiramos su aire y ella el nuestro. Sin el dióxido de carbono que exhalamos las plantas no podrían subsistir, y sin el oxígeno que ellas desechan nosotros no podríamos sobrevivir. Regresaremos a vivir en harmonía con la tierra solo si nos atrevemos a reconocerla otra vez y vernos a nosotros mismos y a todos los otros seres vivos como parte importante de nuestra existencia.